Caldo gallego rápido: receta fácil

Receta ↓ Ángela Solar

¡Prepara un caldo gallego rápido y reconfortante con esta receta sencilla! Esta delicia humeante y llenadora es perfecta para los días fríos, con un sabor rico y sabroso que te hará sentir como en casa. Hecho con ingredientes frescos y fáciles de encontrar, este plato tradicional es una opción ideal para una cena rápida y nutritiva.

Los imprescindibles del caldo gallego

Para que tu caldo gallego sea un éxito rotundo, aquí tienes los ingredientes que no pueden faltar en tu cocina.

• Grelos o nabizas – Son el corazón verde de nuestro caldo. Si los grelos se te resisten, las nabizas serán tus mejores aliadas en esta aventura culinaria.
• Patatas – Busca aquellas que aguanten el tipo en la olla, para que cada bocado sea una fiesta de texturas.
• Lacón o jamón Ya sea un lacón tierno que has desalado con mimo o un jamón con solera, estos son los magos del umami en nuestra preparación.
• Chorizo – No escatimes en el chorizo; elige uno que te haga bailar el paladar con su pimentón y su untuosidad.
• Alubias blancas – Si el tiempo apremia, unas alubias de bote son tu salvación. Pero si te sobran minutos, cocerlas tú mismo es un placer sencillo.
• Caldo de pollo Un buen preparado casero es el alma de tu plato, pero si la vida va a mil, una opción de calidad del supermercado también te hará triunfar.

¡Vamos a ponernos manos a la obra con nuestra receta gallega rápida! Antes de empezar a cocinar, hay un par de cosas que debemos hacer para asegurarnos de que todo salga perfecto. Estas tareas de preparación previa son fundamentales para disfrutar de un plato delicioso y reconfortante en el menor tiempo posible.

• Limpieza y corte de verduras: ¡Manos a la obra! Lava bien las verduras y córtalas en trozos pequeños. Esto hará que se cocinen más rápido y liberen todo su sabor en el caldo. Recuerda que una buena preparación es clave para un resultado exitoso.
• Cocción previa de las alubias: Si utilizas alubias en lata, ¡enhorabuena! Puedes saltarte este paso. Sin embargo, si prefieres usar alubias secas, te recomiendo ponerlas a remojo la noche anterior y cocerlas durante unos minutos antes de añadirlas al caldo. Esto hará que se cocinen más rápido y queden más tiernas.

Cocción del caldo: ¡deja que el sabor se desarrolle!

Ahora que ya tenemos todos nuestros ingredientes preparados, ¡vamos a por la cocción del caldo! Siempre digo que la clave de un buen caldo está en dejar que los sabores se desarrollen poco a poco. Recuerdo que mi abuela solía decirme: "Mija, es como la vida, hay que darle tiempo para que sea bueno".

Empezaremos con un sofrito de cebolla y ajo. Mientras se cocina, puedes aprovechar para añadir un chorrito de aceite de oliva y disfrutar de ese aroma que inunda la cocina. ¡Es una delicia!

Una vez que el sofrito esté listo, es el turno de las verduras y la carne. Añade las patatas, los grelos o nabizas, el lacón o jamón y el chorizo. Déjalo cocinar durante unos minutos para que todos los ingredientes se impregnen de sabor.

A continuación, incorpora las alubias blancas y el líquido de cocción del ave. Si quieres darle un toque especial a tu caldo, puedes usar un caldo casero. Pero no te preocupes, un caldo de calidad del supermercado también hará el truco.

Deja que el caldo se cocine a fuego lento durante unos 20 minutos o hasta que las verduras estén tiernas. Si te gusta el caldo más espeso, puedes añadir un poco de maicena disuelta en agua fría. ¡Y ya lo tienes! Tu caldo gallego rápido está listo para disfrutar.

Por cierto, si te sobra, no lo tires. Puedes congelarlo y utilizarlo como base para otras recetas. ¡Ahorrarás tiempo y tendrás un caldo riquísimo en cualquier momento!

¡Tu caldo gallego está casi listo! Ahora es el momento de darle el toque final y presentarlo de manera espectacular.

Recuerdo cuando mi abuela me enseñó a hacer este caldo; siempre decía que la clave está en el equilibrio perfecto de ingredientes y en dejarlo cocinar a fuego lento para que todos los sabores se integren.

Para saber si está en su punto, fíjate en la textura de las verduras. Las patatas y los grelos deben estar tiernas pero no deshechas. Si deseas una consistencia más espesa, puedes incorporar un poco de maicena disuelta en agua fría y dejar hervir unos minutos adicionales.

Antes de servir, agrega unas hierbas aromáticas frescas como perejil o cilantro para darle un toque de color y sabor. Y no te olvides de probar el caldo y ajustar la sal si es necesario.

Sirve tu caldo gallego rápido bien caliente en platos hondos y disfrútalo con familia y amigos. ¡Es perfecto para esos días en los que necesitas un plato reconfortante y llenador!

Si quieres variar la receta, puedes añadir un poco de chorizo picante o sustituir las alubias blancas por garbanzos. También puedes servir el caldo con un poco de pan crujiente o galletas saladas para mojar.